Los antojos del embarazo

Introducción

¿Alguna vez has tenido un antojo irresistible de comer algo muy extraño? Si estás embarazada o has estado embarazada, es muy probable que hayas experimentado esta sensación. Los antojos de las embarazadas son muy comunes y pueden variar desde lo más normal hasta lo más insólito.

¿A qué se deben estos antojos? ¿Qué beneficios o riesgos tienen para la salud de la madre y el bebé? ¿Cómo satisfacerlos sin caer en excesos? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre los antojos de las embarazadas, y te mostramos algunos de los más raros y divertidos que han tenido algunas mujeres durante el embarazo. ¡No te lo pierdas!

¿Qué son los antojos del embarazo?

Parece ser que los antojos son una respuesta del cuerpo de la embarazada en forma de señales bioquímicas que el organismo manda al cerebro para que busque una solución ante una necesidad. Por ejemplo, si durante el embarazo se necesita más proteínas, la embarazada sentirá la necesidad de comer carne o embutidos. Si se te antojan dulces, como el chocolate o golosinas, puede que necesites más magnesio, cromo y agua. Si antes no probabas apenas el pan y durante el embarazo no puedes dejar de comerlo, tal vez tu cuerpo te pida a gritos más fibra y glucosa, y de paso, un aporte extra de energía.

Entendemos, por tanto, que es totalmente natural que una embarazada tenga antojos. Sin embargo, no podemos evitar sorprendernos de las mezclas tan extrañas y aparentemente, poco apetitosas que son capaces de necesitar.  A continuación, vamos a mostrar algunos ejemplos de los antojos más raros y a la par divertidos que algunas embarazadas presentan:

Mi experiencia personal

¿Asustada por estas mezclas tan extrañas? ¿Crees que pueden evitarse los antojos? Sigue leyendo porque, a continuación, te voy a contar mi experiencia personal.

Durante el primer trimestre, sufrí de las tan famosas náuseas matutinas del embarazo. Más bien eran matutinas y “todoeldiitas”. Gracias a esta situación mi cuerpo sólo me permitía comer carbohidratos (pasta y dulces). Y por supuesto, estaba embarazada y todo el día mareada, así que algún caprichito tenía que darme por las tardes. Un día era un paquete de patatas fritas, otro, unas rosquillas, y por qué no, una meriendita de chocolate con churros. Claro, al final, empecé a notar los efectos. Decidí empezar a tomar Cariban, una maravillosa pastillita que me quitó las náuseas. Con esto y una dieta equilibrada le dije adiós a los antojos.

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