Los chupetes son objetos que muchos bebés usan para calmarse, dormir o entretenerse. Sin embargo, no todos los chupetes son iguales ni tienen los mismos efectos en el desarrollo bucal y dental de los niños. Por eso, es importante conocer los diferentes tipos de chupetes que existen, sus ventajas e inconvenientes, y las recomendaciones de uso según la edad y las necesidades de cada bebé.
En este artículo, te voy a explicar los principales aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir un chupete para tu hijo o hija. También te voy a mostrar algunos ejemplos de chupetes de distintos materiales y formas, y sus características más destacadas. Espero que esta información te sea útil y te ayude a tomar una decisión informada sobre el uso del chupete. ¡Empecemos!
Nadie se extraña hoy en día por ver a un bebé usando chupete por la calle y eso es, porque su uso se remonta al neolítico. Has leído bien. Los primeros “chupetes” que se usaron eran telas rellenas de diversos materiales, como azúcar, anillos de goma que se usaban para que los niños pudieran morderlos o incluso mazorcas de maíz. El primer chupete moderno se inventó en el año 1900 en Estados Unidos, se llamaba “Auntie pacifier” y tenía una tetina de goma, un aro y un asa. Sin embargo, a pesar de lo normalizado que tenemos el uso del chupete, su uso no deja de generar controversia. Hay especialistas que defienden su uso de forma moderada y hay otros, en cambio, que prefieren el uso de otras técnicas para conseguir calmar al bebé.
A continuación, voy a hablar sobre las ventajas y desventajas generales del uso del chupete:
Ventajas del chupete
- Satisface el reflejo de succión de los bebés, que nacen con esta necesidad innata.
- Ayuda al bebé a calmarse cuando está llorando, nervioso o asustado.
- Calma al bebé durante los procedimientos dolorosos, como las vacunas o las extracciones de sangre.
- Reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, al favorecer que el bebé duerma boca arriba y mejorar el desarrollo de las vías respiratorias superiores.
- Puede prevenir la aparición de caries dentales, al evitar que el bebé se duerma con el pecho o el biberón en la boca.
Desventajas del chupete
- Puede interferir con la lactancia materna, al provocar confusión de pezón o disminuir la producción de leche.
- Puede causar problemas dentales, como deformaciones del paladar, maloclusiones o protrusión de los dientes delanteros.
- Puede provocar infecciones, como otitis media aguda o candidiasis oral, al acumular gérmenes o favorecer el crecimiento de hongos en la boca.
- Puede generar dependencia psicológica, al convertirse en un hábito difícil de abandonar o en un sustituto de otras formas de consuelo.
Una vez conocidos los pros y contras del chupete, es hora de saber qué tipos de chupetes podemos encontrarnos en el mercado. Para que el chupete sea seguro para tu bebé, debe cumplir con las normas fijadas por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR). Estas normas incluyen que el chupete esté hecho de material plástico, tenga bordes redondeados, posea una anilla o tirador que permita extraerlo de la boca y la tetina no puede ser superior a 3,3 cm. Además, la base del chupete debe ser lo suficientemente grande para evitar que el niño pueda introducirse todo el chupete en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia. Tiene que estar hecho de materiales sólidos, para evitar que pueda soltarse alguna pieza pequeña que pueda contener. Si nos centramos en los tipos de tetina que existen en el mercado, nos encontramos con dos aspectos a tener en cuenta, la forma y el material.
Según la forma de la tetina pueden ser:
- Chupetes anatómicos: la tetina tiene forma de gota aplastada para simular en mejor medida el pezón materno. También se adaptan perfectamente al paladar. Son los más recomendados para los bebés más pequeños o que toman leche materna.
- Chupetes fisiológicos: la tetina tiene forma plana y asimétrica, ejerciendo una mínima presión en el paladar y siendo menos parecida al pezón materno. Son más adecuados para niños más mayores, de entre 6 y 18 meses.
- Chupetes redondos: tienen la tetina con forma de cereza o de bola. Son los más clásicos y los que más se parecen al pezón materno. Se pueden usar en cualquier posición y son ideales para bebés que se alimentan con leche materna o artificial.
Según el material de la tetina pueden ser:
- Chupetes de látex: el látex es un material natural, suave y elástico, que se asemeja al pecho materno. Sin embargo, se deteriora con facilidad y absorbe olores y sabores. Se recomienda cambiarlos cada mes.
- Chupetes de silicona: la silicona es un material sintético, transparente y más rígido que el látex. Es más resistente a las altas temperaturas y no se deforma ni absorbe olores o sabores. Pero hay que vigilar que no se agriete o rasgue con los dientes del bebé.
Para finalizar, me gustaría dejar unas recomendaciones para un correcto uso del chupete:
- No introduzcas el chupete antes de las 4 o 6 semanas de vida, para asegurar una buena instauración de la lactancia materna.
- No uses el chupete como sustituto o retraso de las comidas, ni como primera opción para calmar al bebé. Prueba otras alternativas, como cambiar de posición, balancear o abrazar al bebé.
- Elige un chupete adecuado a la edad y al tamaño de la boca del bebé, preferiblemente de una sola pieza y de material flexible y resistente.
- Limpia el chupete con agua y jabón antes y después de cada uso, y cámbialo cada dos meses o cuando esté deteriorado.
- No mojes el chupete en sustancias dulces, como miel o azúcar, para evitar la aparición de caries.
- Retira el chupete gradualmente entre los 6 y los 12 meses de edad, para evitar problemas dentales o psicológicos.
Espero que el artículo te haya sido útil y pueda ayudarte si estás planteándote introducírselo a tu bebé.
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