Si eres una mamá primeriza como yo y no sabes cómo hacer que tu bebé coja el chupete, cuál es el indicado o si debería usarlo o no, este artículo te interesará. Voy a hablarte de mi experiencia personal con el chupete y de cómo conseguí que mi bebé lo quisiera. Y sí, mi niña toma pecho y usa chupete sin problemas.
Imagínate que vas por la calle paseando con tu recién nacido, el sol brilla, los pajaritos cantan y de repente, pum, algo cambia tu día. Te das cuenta de que el resto de bebés pasean tranquilamente con su chupete y el tuyo no. ¿Cómo ha podido pasar esto? ¿Tenía que haberle introducido ya el chupete a mi niño? Quizás no te ha pasado esto exactamente, a mí fue al contrario más bien. Yo paseaba feliz viendo como mi niña no necesitaba chupete para quedarse dormidita. Eso fue el primer mes, luego la cosa cambió. Mi hija empezó a usar mi teta como chupete. ¿A qué esto te suena más? Seguro que has escuchado a más de una madre decir eso, incluso te han podido soltar la frasecita divina, “si la tienes al pecho todo el día te acabará usando de chupete”. La contestación es bien sencilla, ¿Qué fue antes, la teta o la tetina? Los bebés no usan el pecho de chupete, sino que usan el chupete como sustituto del pecho.
Aclarado este punto es verdad que el chupete es una solución práctica para esos bebés que quieren estar todo el día “enchufados” al pecho. Hay madres que están encantadas con ello y las aplaudo. En mi caso yo habría estado encantada si no fuera porque mi niña es muy nerviosa y a veces no conseguía relajarse ni con el pecho. Cogía un pecho, luego el otro, luego otra vez el primero, luego buscaba un tercero…Yo era de las que decía que no había chupete mejor que mi teta, pero claro, tampoco es cuestión de que se te caiga al suelo.
Hago aquí un inciso para aclarar que si eres de las mamis que se niega a usar chupete está genial. No es necesario ni por asomo el uso del chupete, es una herramienta para quien quiera usarla. Y si tienes miedo de que tu bebé después no quiera el pecho o tenga todo el día el chupete en la boca, y hablo desde mi propia experiencia, no tengas miedo. El chupete jamás será mejor que tu pecho. Además, para introducir el chupete al bebé siempre recomiendan esperar al mes o a que la lactancia esté perfectamente establecida. Y en cuanto al tiempo de uso diario, a mi niña sólo le damos el chupete en contadas ocasiones, no duerme con él, no juega con él puesto y por supuesto, si tiene hambre, la teta es la teta. Es importante también que le dejemos a nuestro bebé momentos para que pueda vocalizar. Si tenemos todo esto en cuenta no habrá ningún problema.
Retomando el tema personal, al final decidimos intentar usar un chupete, y digo intentar porque no conseguimos nada a la primera. Más bien se convirtió en la aventura de encontrar “el chupete perfecto”. Leí artículos y artículos sobre qué chupete es el mejor y cómo hacer que el bebé lo quiera. En resumen, al final lo conseguimos y por eso voy a explicar como lo hicimos y de paso, dar información sobre qué es importante a la hora de elegir un chupete.
Para que el chupete sea seguro para tu bebé, debe cumplir con las normas fijadas por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR). Estas normas incluyen que el chupete esté hecho de material plástico, tenga bordes redondeados, posea una anilla o tirador que permita extraerlo de la boca y la tetina no puede ser superior a 3,3 cm. Además, la base del chupete debe ser lo suficientemente grande para evitar que el niño pueda introducirse todo el chupete en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia. Tiene que estar hecho de materiales sólidos, para evitar que pueda soltarse alguna pieza pequeña que pueda contener. Dicho de manera resumida, compra un chupete de marca y te asegurarás que cumpla con todos los requisitos.
Ahora bien, si vamos al diseño del chupete y al tipo de tetina y su material, entramos en otra liga. Existen chupetes con tetina de silicona, de látex, anatómica, fisiológica, etc. También tenemos diferentes tamaños de tetina. Para saber más sobre este tema podéis ir al artículo dónde explico a fondo los tipos de chupetes que podéis encontrar en el mercado.
Y entonces, ¿Cuál es la mejor? Depende de tu bebé. Cuando vas a comprarte unas gafas pueden recomendarte la mejor del mercado, pero al final acabarás eligiendo la que más te guste y con la que más cómoda estés. Tu bebé hará exactamente lo mismo. Mi recomendación particular es que tengas uno de cada para que pueda probarlos todos. Puedes intentar hacer la prueba con uno y quizás tu bebé lo elija a la primera, pero si sólo le das pecho, esto suele ser difícil. Ten en cuenta que tu pecho no sólo da leche, tiene sabor, huele a ti y está calentito. El chupete es frío, no alimenta y sabe mal. Nosotros empezamos con uno que teníamos en casa de la marca Chicco y nuestra niña dijo que para nosotros. Después de intentarlo varios días decidimos comprar varios modelos e ir probando. Lo más importante, que no sé cómo no lo he mencionado hasta ahora, es que hay que tener paciencia. ¡Toma ya! Es justo lo que no tenemos cuando decidimos ponerle un chupete a nuestro hijo. Pero es así, yo pensaba que mi hija jamás querría el chupete, pero con cariño y paciencia lo conseguí.
El mejor momento para ofrecerle por primera vez el chupete no es justo cuando crees que lo necesita, sino cuando esté en un momento de tranquilidad, por ejemplo, después de comer. Y no te asustes si lo suelta al segundo o le da una arcada. Los bebés, sobre todo los de pecho, tienen el reflejo de extrusión muy marcado y por eso escupen todo lo que no sea el pecho. Es un mecanismo de defensa, pero no significa que se esté ahogando ni mucho menos. Si ves que le pasa, no insistas. En otro momento quizás lo coja mejor. A nuestra peque le pasaba al principio y poco a poco le fue desapareciendo. Esto te puede ayudar también a saber qué tetina le puede ir mejor. Si ves que uno de los chupetes no le da arcadas o le da menos, ese será probablemente el elegido. Nosotros vimos que las tetinas de látex le gustaban más que las de silicona, creo que, porque cogen más sabores y olores y eso, que puede ser un fastidio para nosotros, a ella le gusta.
Otro detalle que puede marcar la diferencia es la base del chupete. A nuestra niña le gusta que sea duro y en forma de mariposa, pero los hay del mismo material que la tetina, más redondeados, etc. Y en cuanto al tamaño hay unos chupetes que son más pequeños, de 0 a 2 meses, especialmente para prematuros. Nosotros lo probamos (ya te habrás dado cuenta de que arrasamos en la farmacia) pero le quedaba muy pequeño, y eso que nuestra niña tiene la boquita de piñón. Lo menciono porque creo que no merece la pena que lo compréis a no ser que realmente tengáis un bebé prematuro. Después tienes el de 0 a 6 meses (es el tamaño que usa nuestra hija) y de más tamaños. En mi opinión, si tu bebé elige un chupete de un tamaño y le encanta, no es necesario ir cambiándole de talla, salvo que realmente le quede muy pequeño. Eso sí, aunque no le cambies de tamaño hay que renovarlo cada 1-2 meses y a partir de los 6 meses, conviene empezar a quitárselo.
Volviendo al tema de la aceptación, cuando veas que tu bebé va cogiendo el chupete, aunque sea a ratitos, o segunditos, intenta ofrecérselo en un momento de necesidad. Por ejemplo, si ya ha comido y está muy nervioso porque no puede dormir. Otros truquitos que a veces funcionan son untar la tetina en tu propia leche (jamás en otra cosa), pasar el chupete varias veces por la comisura de su boca o masajear su mentón para estimular el instinto de succión. Si consigues que coja en ese momento el chupete, probablemente se relaje y aprenda a relacionar el chupete con la calma. No importa si lo escupe igualmente, poco a poco irá manteniéndolo más tiempo e incluso llegará a pedírtelo.
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