Introducción
El postparto es la etapa que comprende desde que la mujer da a luz a su bebé hasta que recupera su estado anterior al embarazo. Es también un periodo emocional crítico, que engloba la llegada del bebé junto con el cambio de vida que esto supone.
El postparto o puerperio varía en cada mujer. Suele durar unas seis u ocho semanas, si hablamos de una recuperación física relativa. La recuperación total suele ser a largo plazo. Si tenemos en cuenta los cambios emocionales, es entonces cuando el proceso se alarga en el tiempo, pudiendo llegar a los ocho meses e incluso, hasta el año.
Es por ello que el postparto ocupa un papel fundamental en la vida de la mujer tras el parto, y conviene conocer cuáles son los problemas físicos y emocionales más comunes que afectan a su bienestar y al de su bebé.
Entre estos problemas se encuentran la depresión postparto, las infecciones, las hemorragias, el dolor, la fatiga y las dificultades para amamantar.
En este artículo, te voy a dar algunos consejos para prevenir y solucionar estos problemas, basados en la evidencia científica y en las recomendaciones de los expertos. También te voy a mostrar algunos recursos y servicios que puedes utilizar para apoyarte durante esta etapa tan especial. Y por supuesto, voy a hablarte de cómo está siendo mi recuperación postparto ¿Te interesa? Entonces, sigue leyendo.
Problemas físicos
Después del parto, es común experimentar una serie de problemas físicos. Hay que tener muy presente el enorme esfuerzo que nuestro cuerpo realiza durante el embarazo y el parto. Por ello, no debemos poner demasiada presión en la recuperación física total. Es mejor que nos centremos en ir mejorando día a día, paso a paso y siempre escuchando a nuestro cuerpo.
Algunos de los problemas más comunes son:
Dolor perineal
El dolor en el área entre la vagina y el ano es común después del parto vaginal. El dolor puede durar varias semanas y puede ser más intenso si tuviste un desgarro o una episiotomía. Puede aparecer también debido a la compresión vascular o nerviosa, o simplemente por la inflamación de la zona.
Para aliviar el dolor es recomendable aplicar frío o calor en la zona, mantener una buena higiene, realizar ejercicios para el suelo pélvico y tomar analgésicos si es necesario.
En mi caso, a mí me tuvieron que practicar una episiotomía, con sus correspondientes puntos. Para el cuidado diario me limpiaba con un jabón específico que, aparte de ayudar a la cicatrización, me aliviaba bastante la molestia por la tirantez de la zona. También me ayudó mucho utilizar una almohadilla que compré para los pechos. Se pueden meter al congelador o calentar en el microondas y vienen genial.
Estreñimiento
El estreñimiento es común después del parto y puede durar varias semanas. El estreñimiento se produce cuando los movimientos intestinales son infrecuentes y se debe a varios factores. Entre ellos están el aumento del tamaño del útero, los cambios hormonales, el estrés, el uso de medicamentos, la falta de sueño o el miedo a defecar.
Para combatir el estreñimiento es conveniente llevar una dieta rica en fibra, mantener una buena higiene del sueño, consumir agua regularmente, pasear y evitar los alimentos procesados.
Hemorroides
Las hemorroides son venas hinchadas en el recto que pueden causar dolor, picazón, sangrado y dificultad para defecar. Las hemorroides son comunes después del parto vaginal y pueden durar varias semanas. Existen varias causas que pueden provocar la aparición de hemorroides, como el aumento de presión en la zona pélvica por el crecimiento del útero, el esfuerzo realizado durante los pujos, el estreñimiento, la falta de ejercicio o una mala alimentación.
Para tratar las hemorroides hay varias cosas que puedes hacer. Darse un baño sentado con agua tibia para desinflamar la zona, aplicarse cremas o pomadas específicas, evitar pasar mucho tiempo en el inodoro y con una mala postura, aplicarse compresas frías y mantener una buena higiene en la zona anal.
Yo no sufrí de estos problemas, pero sí que tuve mucho cuidado con mi suelo pélvico, sobre todo al principio. Para evitar hacerte daño es recomendable sentarse con las piernas algo elevadas. Yo me compré una banqueta pequeña y la usaba tanto para ir al baño como para dar el pecho en el sofá. También me daba paseos por la casa cada vez que podía, cualquier excusa me era válida.
Dolor de espalda
El dolor de espalda es común después del parto debido a los cambios en la postura y el peso del bebé. Durante el embarazo la columna vertebral se desplaza para poder soportar el peso del vientre. Tras el parto, vuelve a su estado natural, y se produce una recolocación de las vértebras y de los órganos. Las malas posturas, el esfuerzo durante el parto, la falta de ejercicio físico y el estrés también pueden los causantes del dolor de lumbares y espalda.
Es recomendable retomar la actividad física en la medida de lo posible, descansar, recuperar el peso ideal y adaptar buenas posturas a la hora de amamantar y/o portar al bebé.
Yo recuerdo mi dolor de espalda al día siguiente de dar a luz. Era un dolor intenso, como si me hubiera pasado un camión por encima. Sinceramente, yo no dudé y estuve tomando antiinflamatorios durante una semana más o menos. Era eso o no poder coger a la niña. Algo que recomiendo mucho, pero que mucho, es un cojín de lactancia. Yo lo use durante mi embarazo para dormir y hoy en día lo sigo usando. Es muy cómodo para dar el pecho y coger una buena postura, sobre todo, el primer mes. Ahora lo utilizo para mi bebé. Por último, muy importante también, recomiendo aprender buenas posturas para cargar al bebé, para sentarse y tumbarse.
Caída del cabello
La caída del cabello en el postparto es un problema también muy frecuente que suele aparecer a los 3 o 4 meses tras el parto. Tengo un artículo en el que trato este tema en específico. Puedes leerlo aquí.
En general, estos son los problemas físicos más comunes del postparto, pero hay muchos más. Por ejemplo, el sangrado vaginal (loquios), contracciones uterinas (entuertos), abdomen sin tono muscular, sudoración, palpitaciones, etc. Yo recuerdo que unos tres días después de dar a luz los hombros y brazos se me llenaron de granitos. Por lo general, no puedo quejarme de mi recuperación física. En menos de un mes ya estaba en mi peso (con un kilito más). Me recuperé muy bien de la episiotomía y pude empezar a practicar deporte (muy despacito) antes de cumplir la cuarentena. A pesar de tener que guardar reposo, los ejercicios Kegel pueden empezar a hacerse a la semana de dar a luz, siempre que un especialista te de el visto bueno. En cuanto al porteo es igual, siempre que no te indiquen lo contrario, puedes realizarlo teniendo precaución. Algo que es muy importante y a veces nos olvidamos después del parto, es la alimentación. Si además das pecho, con más razón todavía. Dar pecho te da un hambre voraz, y aunque es verdad que gastas más y ayuda a adelgazar, puede hacerte querer comer en exceso o alimentos no muy recomendados. Si le sumas el estrés de la llegada de tu bebé, el caos está asegurado. Yo empecé a comer, comer y comer, todo lo que no había podido durante mi embarazo. El peso en sí no fue problema, pero sí que lo noté en mi barriga. Y hablando de la barriga, para recuperar el tono (quitar esa barriga flan que llamo yo) es muy importante beber mucha agua, ejercicios para fortalecer el vientre y hacerse masajitos. Yo recomiendo invertir un poco de tiempo en nosotras, coger un aceite o crema corporal y realizar algún masaje para ayudar a eliminar líquidos e ir recuperando el tono muscular. El cuerpo es inteligente y tiene memoria, si eres una mujer que se cuida y se ha cuidado durante el embarazo, tu recuperación puede que te sorprenda. Y si no, nunca es tarde para empezar.
Problemas emocionales
El postparto también puede ser un momento emocionalmente difícil. Algunos de los problemas más comunes incluyen:
Baby blues
Los baby blues son comunes después del parto y pueden durar varias semanas. Suelen confundirse con la depresión postparto, pero nada tiene que ver. Es normal al principio sentir tristeza, ansiedad, irritabilidad y cambios de humor. Tenemos que saber que nuestro cuerpo está sufriendo grandes cambios, tanto físicos como emocionales y hormonales. Todo ello hace que tengamos este periodo similar, pero no igual al de la depresión. Lo normal es que estos síntomas vayan desapareciendo y te permitan hacer tu vida normal. Yo tuve un episodio de nostalgia por mi tripa. La primera semana buscaba sentir los movimientos de mi niña dentro de mí, me tocaba mucho el vientre y realmente la echaba de menos. Es un sentimiento normal, son 9 meses los que llevé a mi hija dentro de mí, tuvimos una conexión muy fuerte y sabía que esa etapa tan especial había finalizado. Sin embargo, no me impedía disfrutar de mi nueva etapa con mi hija entre mis brazos. Sentir rechazo hacia tu bebé, en cambio, es algo distinto e indicativo de una posible depresión postparto.
Depresión posparto
La depresión posparto es una forma más grave de los baby blues y puede durar varias semanas o meses. Los síntomas incluyen tristeza, ansiedad, irritabilidad, cambios de humor, pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaba, dificultad para dormir, etc. La depresión es un problema grave que impide hacer una vida normal y requiere de atención profesional. Ante la duda es mejor buscar ayuda. Parece obvio, pero en el caso del rechazo al bebé, a veces, la madre siente vergüenza y no pide ayuda. Es importante saber que la depresión postparto es algo grave que requiere de tratamiento, pero que en ningún caso es culpa de la madre.
Ansiedad posparto
La ansiedad posparto es común después del parto y puede durar varias semanas o meses. Los síntomas incluyen preocupación excesiva por el bebé, miedo a estar sola con el bebé, miedo a no ser una buena madre y ataques de pánico. Al igual que la depresión, conviene valorarse a una misma y en caso de duda, siempre es mejor recurrir a la ayuda profesional.
Estrés posparto
El estrés posparto, es similar a la ansiedad. Los síntomas incluyen sentirse abrumada, tener dificultad para concentrarse o para dormir y sentirse irritable. El estrés es algo totalmente normal, la llegada de un bebé a casa conlleva muchos cambios. No te haces a la idea de cuánto hasta que lo vives.
Cómo hacer frente a los problemas del postparto
Reconocer y aceptar los sentimientos y emociones que se experimentan, sin juzgarse ni culparse.
Es normal sentirse triste, ansiosa, irritable o confundida después de dar a luz, pero también se puede sentir alegría, amor y satisfacción. No hay que reprimir ni negar las emociones, sino expresarlas y compartirlas con alguien de confianza.
Pedir y aceptar la ayuda de la pareja, la familia, los amigos o los profesionales que puedan colaborar en el cuidado del bebé y de la casa
No hay que intentar hacerlo todo sola ni sentirse culpable por delegar. Es importante que la madre se reserve tiempo para descansar, relajarse y cuidarse a sí misma, así como para disfrutar de actividades que le gusten y le hagan sentir bien.
Seguir una alimentación equilibrada y saludable, que aporte los nutrientes necesarios para la recuperación física y mental
Evitar el consumo de alcohol, tabaco, cafeína y otras sustancias que puedan alterar el estado de ánimo o interferir con la lactancia. Beber mucha agua y mantenerse hidratada.
Practicar ejercicio físico moderado y adaptado a las condiciones de cada mujer, siempre con el consentimiento del médico
El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, que son las hormonas del bienestar, y a mejorar la autoestima, la circulación, el tono muscular y la prevención de la obesidad. Se puede optar por caminar, hacer yoga, pilates, natación o cualquier otra actividad que sea placentera y segura.
Buscar información y orientación sobre los cuidados del bebé y la lactancia, para resolver las dudas y los problemas que puedan surgir
Asistir a grupos de apoyo, talleres o cursos donde se pueda compartir experiencias y consejos con otras madres que estén pasando por lo mismo.
Acudir al médico o al psicólogo si los síntomas emocionales son muy intensos, duran más de dos semanas o interfieren con el funcionamiento diario
Puede ser necesario recibir un tratamiento farmacológico o psicoterapéutico adecuado para superar la depresión, la ansiedad o la psicosis postparto. No hay que tener miedo ni vergüenza de pedir ayuda, ya que se trata de un problema de salud que tiene solución.
Mi experiencia con el postparto
Para terminar, me gustaría contar cómo está siendo mi recuperación postparto a día de hoy. He contado que mi recuperación física fue muy buena, yo diría que maravillosa. Es cierto que todavía queda algún resquicio, como es la acumulación de líquidos (es algo con lo que sigo luchando), pero en general, me encuentro muy bien físicamente hablando. Ahora mi pequeña tiene 4 meses, y llevo un mes con la caía del cabello. Sigo teniendo cambios hormonales, y para colmo, ayer me bajó la regla. Esto ha supuesto un bajón. Sé que es normal dar el pecho y tener la menstruación, pero no esperaba que llegara tan pronto. Lo bueno es que no he sentido dolor alguno de momento. En cuanto a mi estado emocional, no es tan bueno. Mi hija, al contrario que la mayoría de los bebés, durante el primer mes no dio mucha guerra. Dormía muy bien y no lloraba apenas. Nos permitía llevar una vida muy “normal”, lo que hizo que psicológicamente me recuperase muy rápido también. Eso es lo que yo creía. En cuanto las cosas se torcieron la cosa cambió. A día de hoy tengo bastantes cambios de humor, tengo bastante estrés, miedos y otros tantos problemas. Hay días muy buenos y otros fatídicos. La recuperación postparto es lenta, si no es en una cosa es en otra. Es un camino que hay que caminarlo con respeto y amor hacia nosotras. Hemos creado vida, nuestro cuerpo se ha transformado para conseguirlo y ahora hemos nacido como madres. Tenemos que darnos tregua y aceptar los cambios que sufrimos, algunos permanentes.
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